Sunday, December 10, 2006

El primer problema

Una de las cosas mas difíciles pienso yo de cualquier obra misional es convivir las 24 horas del día con un compañero con el cual en el mejor de los casos lo único en común que tienen son sus creencias y a veces ni eso por que el servir como misionero no capacita a nadie como maestro de doctrina o religión, para ello se requieren años de estudio y de experiencias, yo encontré en varios de mis compañeros una increíble ignorancia en aspectos tan básicos como es la historia y tan profundos como son los programas, ni hablar de Principios y Ordenanzas en donde algunos de plano no solo desconocen sino que mal enseñan a miembros que ven en los misioneros verdaderos maestros, con mi primer compa fue la primera vez que pude saborear estas lides, sin embargo y en su descargo he de conceder que estaba dispuesto a aprender, desafortunadamente no siempre fue así con todos y con algunos definitivamente se convirtió nuestra convivencia en verdaderas batallas, habrá quien diga que quizás me enfoque negativamente en este asunto, pero que no se supone que éramos maestros de los ignorantes, por ello cuando me toca estar en algún poblado o ciudad pequeña y veo la mezcolanza de creencias de un evangelio puro, veo tradiciones falsas o normas inexistentes aplicarlas como si fuesen la palabra de Dios mis pensamientos van dirigidos a aquellos que debieron ser maestros fidedignos y de quienes no tuvieron el cuidado de ver a quien enviaban y en que condiciones lo hacían.